lunes, 6 de noviembre de 2006

05 noviembre
Con lo fáciles que podrían ser las cosas y lo difíciles que las hacemos…

Nuestra familia, nuestra pareja, nuestros amigos… A las personas que más cerca tenemos, a las personas que más queremos, y a veces qué mal las tratamos. Les exigimos y les exigimos, si se equivocan esperamos su disculpa pues fueron ellos quienes erraron; si no actúan como esperábamos nos decepcionan… Nos molestan cosas que de otras personas no nos molestarían.
¿Por qué en ellos buscamos la perfección y en cambio a los demás pasamos tantas cosas por alto? ¿Por qué en un mal día pagamos todo con quien más queremos? ¿Por qué hacemos todo tan difícil cuando podría ser tan fácil? El orgullo nos aleja de sus corazones y nos hace peores personas. Hay que aceptar a las personas tal y como son, con sus virtudes y sus defectos, pues todos nos equivocamos ¿Acaso tu eres perfecto/a?
Cuanto más confianza, cuanto más trato, más esperamos de esa persona. Esperamos y nos creemos en el derecho de que se cumpla lo esperado. Creo que es porque tenemos la sensación de que siempre van a estar ahí, y como que dejamos de currárnoslo, el cariño es una hoguera que hay que alimentar día a día, con detalles, con palabras, no esperes que sepa que le quieres, díselo. Porque a la otra persona le alegrará oírlo. Quizá no soy la más indicada para hablar de esto, y soy la primera que peca de ello, pues gente a la que quiero con todo mi alma y jamás se lo he dicho, pero es que no me sale decirlo, no sé, como que me da vergüenza, es una tontería, lo sé, y trato de vencerlo, entonces me obligo a mi misma a decirlo y suena falso en mis propios oídos, aunque lo sienta de verdad y más fuerte que todas las cosas, pero suena falso. La falta de costumbre quizá, no sé, lo seguiré intentando. Ahora, que no es sólo decirlo, que las palabras se las lleva el viento, es demostrarlo, y no demostrarlo un día y alé, ya está cumplido, hay que demostrarlo día a día, no hay que dejar que se apague la llama.
Cuántas veces contestamos de mala manera a nuestros padres sin que nos hayan hecho nada tras un mal día. ¿Acaso hacemos eso con el resto de la gente? ¡No! Nos lo tragamos. ¿Y por qué a ellos se lo hacemos pagar? ¿Qué culpa tienen? Que si, que somos humanos, que hay veces que las cosas te desbordan… pero es cuestión de hábitos, podemos aprender a reaccionar de otra manera más productiva. Al principio será complicado, pues justo en el momento de cabreo o bajón separarse de los sentimientos, colocarse en un segundo plano, analizarse e intentar cambiar de conducta… no es que sea sencillo precisamente, pero no es imposible, y con el tiempo, ganas y esfuerzo pasará a formar parte de nosotros, será nuestra reacción natural. Nos sentiremos bien y haremos sentirse bien a los que nos rodean.
Si todos lográsemos esto… no existirían las disputas!! ¿Utópico? Oscar Wilde decía que el progreso es la realización de las utopías. ¿O acaso hace 146 años no les parecía utópica la idea de levantar un aparato llamado teléfono y hablar con alguien que se encontraba en otro continente? No es el mejor ejemplo, pero se me entiende.
Hace mucho que no hablas con un amigo, y claro, como él no te llama… para qué vas a llamarle tú, ya lo podría hacer él, además tú siempre le estás llamando… Error.
Creo que es que no queremos quedar como tontos, no queremos que se aprovechen de nosotros. Cuando realmente como estamos siendo tontos es con esas absurdas reacciones.
Siento el desorden. Sé que salto un poco de un lado a otro, pero son tantas las cosas que tengo en mente y que querría expresar...
Hay que expresar nuestros sentimientos, no hay que temer que no sean comprendidos, compartidos o correspondidos. Hay que decirlo. Hay que decir lo que se quiere porque los demás no son adivinos, y sino se lo dices no lo sabrán. Quizá estén en tu misma situación. Pide. Pide sin esperar nada. Pero pide, porque quizá caiga.
Ya mismito te estás levantado y dando un achuchón a quién tengas cerca y quieras. Ya mismito estás cogiendo el teléfono para quedar con ese amigo/a a quien hace tanto que no ves y que tan especial fue. Da sin esperar recibir. Da por el mero placer de dar. Da porque los quieres. Da porque sí. Da y siéntete bien dando.
Esas personas a las que quieres no siempre van a estar a ahí.
Y tú, no siempre vas a estar aquí, quizá sea tu último día, aprovéchalo.Vive cada día como si fuese el último y da lo mejor de ti.
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1 huellas:

Anónimo dijo...

Victor
felicidades maria. muy buen articulo. estas segura de que lo tuyo son las telecomunicaciones y no la psicologia o algo parecido??? jejeje.

que razon tienes y qeu dificil es... el titulo lo dice todo. bueno, aunque yo ya no escribo, te animo a que tu si lo sigas haciendo. que te queda bien y se agradece un monton. besitos.

Vic.
15 noviembre 17:43
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