jueves, 17 de enero de 2008

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17 enero
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Es curioso como esperas impaciente la respuesta de algo que es de gran importancia en tu vida, sintiendo en la espera sentimientos y emociones opuestas, radicales y relajadas, de seguridad plena y de qué estoy haciendo... en un breve periodo de tiempo que parecen ser meses, vives pegado al teléfono, al correo, a la espera de esa ansiada respuesta. A su vez esperas respuesta de tu intento de dejar todo listo para exprimir cada segundo de tu regreso y no perder el tren con destino a otra parte de tus objetivos. Tu imaginación vuela, te sientes allí, ya has preparado una lista de las cosas a llevar, te has informado de todo, las noches y las sábanas se tiñen del color de la arena del desierto, de las sonrisas de los niños cuando viesen los lápices de colores, del tono de sus pieles... cada ducha de la mañana es bendecida porque sabes que allí no la tendrás, cada alimento... Y acaba el plazo de respuesta, acaba el plazo y el teléfono no ha sonado...
Una extraña tristeza se apodera de ti.
Siempre pongo demasiada ilusión en lo que quiero, demasiadas expectativas... todo lo veo posible, no parece que vaya a haber obstáculos... soy una ilusa, una ilusa que no hace más que llevarse una decepción tras otra con todo en la vida. No tengo medida de la verdadera importancia de las cosas y mi vida es la emoción del momento. Idealizo las situaciones, idealizo a las personas, idealizo mis propias capacidades... Solo cuando la realidad me da el bofetón, bajo, y mis pies rozan la tierra.


Quieres dar ese paso, quieres cruzar ese puente porque sabes que al otro lado está lo que buscas, pero tienes miedo, no sabes en qué condiciones está el puente, todo está oscuro y no sabes qué puedes encontrar en él... te decides a cruzarlo, ya lo tienes claro aunque sigue habiendo miedos, empiezas a caminar, mil sensaciones te invaden, te dejas invadir, te sientes viva y feliz de estar tan cerca de lo buscado.. llegas, y te dicen que aun es pronto, que vuelvas para atrás. ¿Se ha recorrido en balde? no. Ha sido una preparación, una preparación para que conozcas esa madera levantada y la próxima vez levantes el pie, para que no agarres las sogas y te claves las espinas...

Sé que no era el mejor momento, que dejaba cosas importantes con el riesgo de perder lo hasta ahora andado, pero.. cuándo es el mejor momento sino ahora. Nadie te asegura que haya un mañana. Me alegro que aquello no me impidiese seguir adelante. Agradezco el apoyo que he recibido y la comprensión que mostró mi profesor. Y como todo lo que sucede es necesario, y no hay mal que por bien no venga, pues será que no era el mejor momento, pero gracias a haberlo intentado ahora sé que necesito una preparación, que no es tan fácil como creía, y que aún estoy a tiempo de formarme y el día de mañana dedicarme a lo que realmente me gusta.

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2 huellas:

Anónimo dijo...

Tu sabes quién soy
17 enero 23:28
Creo que llevas mucha razón, aunque también creo que las cosas que realmente quieres, si te dedicas enteramente a ellas, las puedes conseguir. Como dice el slogan de Adidas "Nothing is impossible" y continuando con el slogan de Nike, "Just do it".
Yo me he sentido bastante identificado con lo que has dicho, ya que a mí me ha pasado lo mismo, pero siempre vale la pena, ya que si no lo intentas más tarde o más temprano te arrepentirás.

Anónimo dijo...

Moisés Sánchez
20 enero 1:29
(http://segmentationfault.spaces.live.com/)
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