[...] Y ahora.. ahora qué? sin fuerzas, sin ánimo, sin ganas de nada.. pesándote el cuerpo, pesándote los párpados, pesándote el corazón y arañándolo de arrastrarlo por el suelo, suelo lleno de cristales rotos de botellas de noches de fiesta.
Y no es por ti por quien lo arrastro, creéme, eso es lo que tu quisieras, que por ti fuese. Lo llevo colgando y ensangrentado porque no parece existir mano que lo recoja, que lo calme y lo cuide. Porque no parece haber mano capaz de soportar el peso de tanto amor. Y eso me duele más que los cristales.. Me decía una gran amiga que las manzanas más altas son las más difíciles de alcanzar, las que más luz y savia reciben. Que solo quien realmente vale, quien realmente lo merece es quien las recoge... Y yo me pregunto si no es eso una forma de saber llevar esto, de verle un lado positivo.. Quizá imaginé que serían tus manos quienes lograsen recoger ese corazón porque tus acciones me hacían sentirte cerca y posible, quizá no me importe que sean tus manos quienes lo recojan, quizá solo quiera que unas manos lo recojan y lo cuiden un poco, ha perdido tanta sangre... Cuando unas manos se acercan bombea con más fuerza aun, pero entonces las manos se asustan y se van, y el pobre llora lágrimas verdes de sangre.. [...]
lunes, 5 de mayo de 2008
piedras
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