jueves, 9 de octubre de 2008

perspectiva cónica

He estado allí, en esos escalones en los que esperé mientras creía verte en todas las personas que pasaban, y el frío y los nervios calaban mis huesos.
He estado allí.
A la vuelta me he sentado a esperar el metro en el mismo banco, ese que recogió mi calor y mis emociones mientras las plasmaba en mi cuaderno, ese frente al que pasaban metros y metros sin que yo apenas viera.
Y son solo recuerdos, recuerdos en los que el polvo de la nostalgia y la melancolía han sido eliminados por la bayeta de la sonrisa.
Y una risa interior me invade al recordar las locuras que he hecho, al tiempo que me invade la fuerza y la seguridad por haberlas dejado pasar la frontera de la imaginación convirtiéndolas en acción.
Un beso guapetón! ;) Sé que lo leerás, sé que estas confesiones te suben la moral, al menos a mi me lo harían, y mira, parece ser que me sigue gustando escribirte, o que me gusta sumergirme en este mundo de sentimientos románticos, fuerzas y debilidades, donde me evado, donde me pierdo, donde el alma pierde el cuerpo. Quizá en el fondo nunca siento nada, y es solo mi carácter ensoñador propicio a la evasión hacia mundos que mi mente crea, en el pasado, en el presente y en el futuro… Quizá no soy más que un puñado de palabras, con sus tildes y sus comas, para que quede bonito. Pero me gusta, qué leches!