me entran ganas de llorar, pero no lloro
me pesa el cuerpo
mi rostro modelado de barro se deforma con una lluvia que no sale de mis ojos pero que es el monzón de mi alma
las hojas se van llenando de pegotes de arcilla
una montaña sin forma
me quedo con un cráneo al que le tiemblan unas mandíbulas que no tardan en decorar esa montaña sin forma desde donde me miran dos ojos tristes
empieza a nevar calcio, los ojos quedan ciegos por el blanco polvo, seca la lluvia y vacío el espacio
cadenas de humo en mis manos
una boca encerrada en una sala insonorizada
una rota radio olvidada
viernes, 20 de febrero de 2009
haciendo pesas... o equilibrios
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