Últimamente me cuesta conciliar el sueño más de lo normal. Aunque ya de por sí mi mente siempre ha sido bastante inquieta, creo que puedo achacarlo a mi reciente aficción al café.
No había nada que me preocupase, tan solo estaba despierta en la cama y fresca cual lechuga recién cortada.
De repete, las luces de los coches barriendo el techo de mi cuarto.
Cuando era pequeña me pasaba horas mirándolas fascinada hasta que me dormía.
Siempre duermo con la persiana subida y hacía años que no reparaba en ese baile de luces que cada noche actuaba en mi techo.
Es curioso cómo las preocupaciones o pensamientos presentes nos impiden ver otras cosas que, simplemente, teníamos en frente.
Aquí hablo de una tontería, pero una tontería que muestra la realidad de las cosas importantes.
Quizá la solución y las respuestas sean más simples de lo que piensas, pero estás tan cegado en su complejidad que, sencillamente, no las ves.
lunes, 17 de agosto de 2009
ballet nocturno al microscopio
vivido por
María
a
13:21
Secciones: intentando subir un escaloncito más en nuestro bienestar interior..
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