Deseos incontrolados. Miradas arrebatadoras. Locura desenfrenada de mi ser

Siento tus dilatadas pupilas desnudándome despacio pero con decisión, reparando en cada pequeño detalle de mi cuerpo, valorando mi feminidad mientras aumenta tu deseo. Aprietas tus mandíbulas en un fallido intento por controlar tus impulsos que se van grabando en mis entrañas despertando al manantial de mi bosque. Imagino la punta de tu lengua contra tu paladar tras tu boca cerrada como si así fueses a despegar mis labios que ya arden bajo un aliento cada vez más agitado. Me enloquece esa mirada firme e inquisidora donde una aparente dureza y una aparente frialdad pretenden proteger una sensibilidad extrema y la ebullición de una arrebatadora pasión sin límites conocidos que se asoma a un abismo verde y florido, lleno de agua y luz, de pájaros y aromas de cuerpos sudorosos entregándose al disfrute de la carne por la carne.

Acercas tu mano, esa mano tan masculina, tan grande, tan ancha, con sus venas, con su pronunciado monte de Venus, con el hueso en su término justo, con esas uñas sin morder, limpias, cortas, que terminan en esos dedos casi cuadrados, idílicos... y apenas rozas mi codo con la yema de tus dedos en una caricia... D E S B O R D A N T E …

...

Cesaron las palabras, cesó el existir, el mundo se congeló mientras fingía indiferencia, mientras trataba de atender a una conversación, pero mis sentidos estaban perdidos en esa mirada que ignoraba la conversación para desnudarme con esa dulzura electrizantemente profunda

Divina locura

Divina sensación la de concentrarse en controlar los impulsos en un sitio público mientras los deseos se descontrolan, emanan los fluidos y los latidos se presentan a un Cross con la luz

Me acerco a tu oído para decirte que te espero en el baño y mi lengua impaciente se pierde en tu oreja, tus párpados bajan, tus labios despegan, tu aliento se corta

Deseos incontrolados. Miradas arrebatadoras. Ebullición de hormonas. Locura desenfrenada de mi ser