"Siempre quise que la angustia fuera agua; que todo el dolor que produce la falta de oxígeno en la alegría, en vez de convertirse en desesperanza, formara pequeñas gotas para así poder dar nombre y tamaño, a ese dolor que alicata las paredes del estómago cuando sabes que ya no hay marcha atrás. Siempre soñé, que la alquimia de la esperanza, transformara este miedo en gotas de sudor, que al resbalar por mi frente, diluyera esta angustia que ya me ha ejecutado..."
“Que el sol de la mañana y la brisa de la noche, no vuelva jamás a ser testigo de injusticias sobre cualquier pueblo o cultura. Que el canto de un pájaro, no sea un réquiem por el mar. Y que todo cuanto nos rodea, alimenta y da vida, sea merecedor de nuestro respeto y amor."
martes, 10 de enero de 2012
_Jesús María Hernández / Txus di Fellatio_
vivido por María a 14:07
Secciones: fragmentos
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 huellas:
Publicar un comentario