sábado, 31 de enero de 2009

un signo de interrogación

- “En 15 minutos te recojo, un beso”

Cuelgo el teléfono. Me pongo unos pantalones. No cierran. Cojo otros. Una blusa. Veo la barra de pegamento sobre el escritorio y me pinto los labios. Esta vez no diré palabra.

Un olor a quemado. Corro a la cocina pensando que dejé algo en el fuego. Nada, no hay nada. Olfateo por la casa abriendo y cerrando mis fosas nasales cual sabueso. En el baño, frente al espejo, veo un pensamiento chamuscado caer al lavabo. Está ennegrecido e ilegible. Le quito las cenizas y adivino a leer un signo de interrogación.

Suena el teléfono. Es él. Le cuelgo.

Miro por la ventana y veo su coche en doble fila con el intermitente reflejado sobre el suelo mojado. Me espera.

Suena el teléfono. Lo dejo sonar.

Abro la ventana. Un aire fresco y húmedo despeja mi cara, y me acaricia cuello y escote.

Un pájaro pasa de un árbol a otro. ¿Cómo será volar? Miro el suelo. Cinco pisos. Me dejo caer.

Ya no suena el teléfono (¿o es que no lo oigo?) ¿Llegué a gritar? Mi boca estaba sellada.

Lo veo salir del coche corriendo con cara de pánico y moviendo los labios deprisa, ¿qué decía?

Lloraba. Hablaba algo. Y Lloraba.

Una sirena ¿o era el teléfono que sonaba? Luces naranjas que giraban. Chalecos naranjas y amarillos. Ruido. Gente. Giros. Lágrimas. Él.

Silencio.

4 huellas:

Iñaki dijo...

¡Ey! Me ha encantado el relato, no lo firmas.. asi que supongo que es tuyo. Gracias por compartir tu arte con el mundo..
Besos

Anónimo dijo...

Simplemente maravilloso

María dijo...

me vais a subir los colores...
Mil y una gracias a todos los comentarios, en especial a estos que me alegran el día y me suben la moral!! :D
GRACIAS :)

Valkiria dijo...

:D Me ha gustado tu historia