- “En 15 minutos te recojo, un beso”
Cuelgo el teléfono. Me pongo unos pantalones. No cierran. Cojo otros. Una blusa. Veo la barra de pegamento sobre el escritorio y me pinto los labios. Esta vez no diré palabra.
Un olor a quemado. Corro a la cocina pensando que dejé algo en el fuego. Nada, no hay nada. Olfateo por la casa abriendo y cerrando mis fosas nasales cual sabueso. En el baño, frente al espejo, veo un pensamiento chamuscado caer al lavabo. Está ennegrecido e ilegible. Le quito las cenizas y adivino a leer un signo de interrogación.
Suena el teléfono. Es él. Le cuelgo.
Miro por la ventana y veo su coche en doble fila con el intermitente reflejado sobre el suelo mojado. Me espera.
Suena el teléfono. Lo dejo sonar.
Abro la ventana. Un aire fresco y húmedo despeja mi cara, y me acaricia cuello y escote.
Un pájaro pasa de un árbol a otro. ¿Cómo será volar? Miro el suelo. Cinco pisos. Me dejo caer.
Ya no suena el teléfono (¿o es que no lo oigo?) ¿Llegué a gritar? Mi boca estaba sellada.
Lo veo salir del coche corriendo con cara de pánico y moviendo los labios deprisa, ¿qué decía?
Lloraba. Hablaba algo. Y Lloraba.
Una sirena ¿o era el teléfono que sonaba? Luces naranjas que giraban. Chalecos naranjas y amarillos. Ruido. Gente. Giros. Lágrimas. Él.
Silencio.
4 huellas:
¡Ey! Me ha encantado el relato, no lo firmas.. asi que supongo que es tuyo. Gracias por compartir tu arte con el mundo..
Besos
Simplemente maravilloso
me vais a subir los colores...
Mil y una gracias a todos los comentarios, en especial a estos que me alegran el día y me suben la moral!! :D
GRACIAS :)
:D Me ha gustado tu historia
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